
El azúcar es una fuente de calorías vacías, lo que significa que no tiene nutrientes esenciales, no aporta nada más que sabor dulce, por eso se añade a los alimentos, especialmente en el caso de los refrescos, bollería y algunos procesados.
Por otro lado, la sal y la grasa son los dos grandes enemigos de la población, dos bombas silenciosas que se instalan en nuestro organismo y que, poco a poco, van causando estragos.
Conozcamos los beneficios que trae eliminar de todas nuestras preparaciones estos dos condimentos procesados:
Ayuda a mantener la piel saludable e hidratada: El consumir sal en exceso lleva al organismo a necesitar más agua para mantener equilibrados los líquidos corporales. Es por esto que nuestra piel es la que sufre evidentemente las consecuencias a través de la deshidratación.
Previene la hinchazón: Gran cantidad de personas sufren este tipo de problema en diferentes partes del cuerpo. La acumulación es más frecuente en: pies, vientre y piernas.
Metabolismo más rápido: El abuso del consumo de sal y azúcar dificulta la función depurativa del organismo y desacelera el metabolismo, por lo que si el objetivo es bajar o mantener un peso ideal, es recomendable disminuir el consumo de ambas.
Favorece la percepción de los sabores: Al mantener una alimentación baja en sal y azúcar se potencia y maximiza la percepción de los sabores permitiendo restaurar el umbral de cada uno de ellos.
Mayor absorción de vitaminas, minerales y fibra: Si el consumo de azúcar es en altas cantidades, disminuye la absorción de nutrientes necesarios para nuestro cuerpo como: calcio, vitamina A, hierro, zinc y fibra se ve en descenso.
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