Extiendes el matambre sobre la mesa con la grasa hacia arriba. Con un cuchillo bien afilado, quitas toda la grasa adherida.

Recortas los bordes para obtener un rectángulo prolijo (esto permitirá que el arrollado tenga buena forma).

Colocas el matambre bien extendido dentro de una asadera, con la parte donde estaba la grasa hacia arriba. Condimentas a gusto con sal y pimienta negra recién molida. Pelas los ajos y picas chiquito. Frotas con los ajos picados y extiendes en forma pareja sobre la superficie. Rocías el matambre con bastante vinagre.

Pelas las cebollas de verdeo y separas sólo la parte interna verde (es la parte de color más claro y la más tierna; descartas las hojas oscuras o reservas para otra preparación). Picas la cebolla bien finita.

Espolvoreas el matambre en forma pareja con el orégano, el ají molido, el perejil y el pimentón.

Dejas en este adobo hasta el día siguiente, Dejas en este adobo hasta el día siguiente, en la heladera.

Lavas el morrón y sin quitar el agua, lo colocas sobre la hornalla de la cocina para carbonizarle la piel. Das vuelta de a ratos hasta que la piel esté negra.

Retiras del fuego y colocas en una bolsa de nylon para que sude. De esta forma la piel se desprenderá fácilmente.

Una vez tibio, quitas cabitos, semillas y nervaduras internas. Cortas en tiras gruesas y reservas.

Colocas el pan en un bowl. Vuelcas de a poco, la leche tibia necesaria para que la miga se esponje bien.

Escurres, exprimes para quitar el líquido excedente y picas en cubitos pequeños.

Incorporas el queso rallado y la cebollita de verdeo ya picada. Ligas con un huevo y condimentas a gusto.

A las 24 horas, retiras el matambre de la heladera y extiendes sobre la mesada, siempre con la parte donde estaba la grasa hacia arriba.

Sin quitarle el adobo, untas toda la superficie con la mezcla de pan y queso reservada.

Cubres luego con el jamón y sobre las fetas de fiambre las tiras de morrón asado y pelado

Colocas en uno de los extremos angostos del matambre, a lo ancho, los 3 huevos duros puestos en hilera.

Enrollas el matambre a partir de allí, con vueltas ajustadas.

Apoyas sobre una hoja grande de papel film... y enrollas una vez más ajustando bien y doblando los extremos como si fuera un caramelo.

En una cacerola grande, pones a hervir abundante agua con sal y verduras a gusto. Cuando rompa el hervor, colocas el matambre y dejas hervir un par de horas.

Retiras, escurres el líquido y prensas. Dejas enfriar bien antes de desanudar el m