HACER MANTEQUILLA DE ENELDO:

En un recipiente redondo, batir bien la mantequilla de manera que quede blanda y cremosa. Le agregamos el ajo y eneldo picado. Lo batimos bien y lo ponemos en papel de cera y lo enrollamos de manera que quede redondo y apretado. Ponerlo en el congelador para que quede dura la mantequilla. Cuando necesitamos usarla cortamos en rodajas.

ASAR EL SALMÓN:

Poner a calentar bien una plancha de acero. Nos aseguramos que el salmón no tenga espinas. Si tiene espinas, se las sacamos con un alicate pequeño. Condimentamos el salmón con sal y pimienta al gusto de uno. Con una brochita untamos la mantequilla derretida por encima.

Ponemos el salmón a asar en la plancha bien caliente. Marcamos y cocinamos el salmón por ambos lados. Ponemos el salmón en una bandejita pequeña y lo ponemos en un hornillo pequeño para que se derrita un poquito más la mantequilla, pero que no se derrita completamente. Servimos inmediatamente el salmón.