Disuelve la levadura en aproximadamente ¼ del agua tibia, agrega la miel y espera unos 3-5 minutos.

Con la harina en forma de volcán, la mezcla que acabas de preparar en el centro. Añade la sal y el aceite de oliva por los bordes . Usa los dedos para mezclar hasta obtener una masa fina y elástica.

Espolvorea con harina la mesa de trabajo y sobre ella amasa, estirando y retorciendo con las manos, presionando con la palma de la mano. Trabaja la masa unos 10 minutos hasta que no esté muy húmeda ni muy dura. Una vez lista, ponla en un bowl aceitado (como cuando enmantequillas la lata del horno) para que la masa leude tapada con un paño por unos 40-60 minutos en un lugar cálido (cerca del horno encendido, mientras cocinas otra cosa, es una opción).

Separa la masa en la cantidad de pancitos que quieras preparar. Haz bolitas con ellas y luego las extiendes con un rodillo (uslero) hasta que queden de 4-5 mm de grosor. Colócalas en un mat de silicona apto para horno o en la bandeja del horno con un poco de aceite, cúbrelas con un paño y deja que suban por 20 minutos más.

Precalienta el horno a 200 ºC (400ºF) y hornea tus pancitos por 10 minutos.

¡Rellénalos como más te gusten!