Antes de comenzar, precalienta el horno a 120-140ºC.

Pon en un bowl grande la avena, el amaranto, las semillas y la canela. Revuelve hasta que todo esté bien mezclado.

En una olla a fuego muy bajito, calienta la miel hasta que se derrita. Agrega una pizca de sal para intensificar su sabor dulce, y el aceite. Mezcla bien aunque no quede del todo homogéneo. Retira del fuego y vierte sobre la mezcla del bowl. Revuelve rápidamente todo hasta que todos los cereales y semillas se impregnen con la miel.

Extiende la mezcla en moldes grandes o en las latas del horno, en una capa delgada para que la granola se hornee adecuadamente (generalmente de demoran 30 a 45 minutos). Puedes revolver varias veces mientras estés horneando, aunque no es indispensable. Revísala cada 10 minutos teniendo cuidado que no se queme.

Cuando esté crujiente como a ti te guste, saca la granola del horno para que se enfríe por completo. Guárdala en un frasco de vidrio hermético, y consérvala en un lugar oscuro, fresco y seco.